Burgos, 4 de septiembre del 1081
Burgaleses:
Yo
Alfonso de Castilla, os envío esta carta con el fin de comunicaros que
mi siervo Rodrigo Díaz de Vivar, conocido por todos como el Cid Campeador ha sido expulsado de mis tierras.
Ese indeseable se ha quedado con parte
del dinero que cobró en mi nombre, al Rey moro de Sevilla, hecho que me ha sido
comunicado por mis fieles caballeros.
Así pues, creo que mi deber es poneros
en conocimiento de los hechos y al mismo tiempo advertiros, que todo aquel que
dé posada al Cid o se atreva a ofrecerle
algún tipo de ayuda, como darle pan o agua , será condenado a muerte y su
familia también pagará por ello.
Espero y
deseo que mis deseos se cumplan.
Vuestro
Rey, Don Alfonso de Castilla.
Burgos, 4 de septiembre del 1081
Soy
vuestro rey, Alfonso de Castilla y me
dirijo a vosotros con el fin de comunicaros que muy pronto llegará a vuestra ciudad Rodrigo Díaz de Vivar,
conocido como El Cid Campeador, acompañado de otros traidores como él.
Él era un valeroso caballero y mi fiel servidor, pero hoy se ha convertido en
un traidor, me ha robado parte del dinero pagado por el rey moro de Sevilla,
así me lo han contado mis fieles servidores y caballeros.
Debo deciros que todo
aquel que le ayude será condenado a muerte, así pues,
cerrad puertas y ventanas no escuchéis sus suplicas no le concedáis ningún tipo
de ayuda, negadle posada y alimento.
Echadle de vuestras
tierras.
Os lo
ordena, Alfonso de Castilla, vuestro
Rey.
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